Gafas Graduadas

Fabricación de gafas, materiales, técnicas y tratamientos:
La monturas pueden estar fabricadas con materiales no metálicos, (conocidos popularmente como de pasta), metal o combinadas. Algunas monturas llevan las lentes montadas “al aire”, sin aro que las proteja, sostenidas por un hilo de nylon o sujetadas mediante unos tornillos taladrados directamente sobre las lentes graduadas.

  • Monturas no metálicas
  • Monturas metálicas
  • Alergia a las monturas

Monturas no metálicas:
En la fabricación de monturas de pasta se usan muchos materiales, desde el acetato de celulosa, que es el más utilizado, pasando por el propionato de celulosa, el nylon, carbono (combinado con la fibra de carbono), resina epoxi termoplástico, hasta el algodón sólido.

 

Monturas metálicas:
Se fabrican con materiales como el acero, el titanio, acero inoxidable y otras aleaciones de materiales. Pueden estar cubiertas con baños dorados o plateados o de otros colores. Los metales más simples son el monel (75% de níquel) o el alpaca-níquel. Los metales más preciados son el titanio (no da alergia puesto que no lleva níquel) y el double (alpaca más oro), laminado o chapado. El titanio de extraordinaria ligereza, dureza y flexibilidad, resiste a la corrosión y es antialergico. La gafa de Titanio es la gafa de metal ideal, su fabricación es compleja y el metal costoso, pero las ventajas que ofrece una montura de titanio justifican su precio y explican su gran aceptación en el mercado.

Alergia a las monturas:
Podemos encontrarnos algunos casos de personas con problemas irritativos de piel por contacto con el material de las gafas. La causa de la irritación es, a menudo, de naturaleza traumática, debida al deficiente reparto del peso de las gafas en sus puntos apoyo (nariz, sienes, orejas), y en otro casos, por pura y dura alergia al material. Por eso en primer lugar, las gafas han de estar bien adaptadas sobre el rostro, los aros no tocarán los pómulos ni las cejas y la zona de apoyo nasal de las gafas descansará bien sobre la nariz, repartiendo su peso en toda su superficie de contacto. Las varillas no tirarán de las orejas ni quedarán excesivamente sueltas, tendrán una ligera curva envolvente que tampoco aprisionará la cabeza. En segundo lugar, habrá que observar el tipo de piel y sudor del sujeto, así como la calidad y garantía del material usado en la montura. El níquel, aunque es muy empleado en la fabricación de monturas, ha de quedar en su parte más interior y sin posibilidad de que aflore al exterior  (mediante un revestimiento adecuado sobre el material base), ya que en contacto directo con la piel es la causa de la mayoría de alergias.