"Cuando consulté al audioprotesista, lo primero que pregunté fue si se me notaría el audífono. Estaba tan preocupado por recuperar mi audición como por mi
aspecto externo".
"Estaba cansada de no oír bien lo que me decía mi nieto. Sólo tardé un minuto en salir de casa para visitar al audioprotesista".
Debe ser molesto y triste no poder oír bien al resto de la familia, o la TV, la radio, a los compañeros de trabajo, o nuestra música preferida.
Y es que la pérdida auditiva es algo natural con el paso de los años. No se entiende bien el lenguaje y no se reciben muchas señales sonoras del entorno.
Generalmente se produce un efecto de desconfianza en las relaciones con las personas y el mundo que nos rodea. Se produce una clara disminución de la calidad de
vida que no debe aceptarse.
A partir de ahora, con los nuevos audífonos digitales de Mayorvisión, la audición será perfecta y nadie
salvo usted, se dará cuenta.