Cuando hay dificultad en el manejo de las manos los audífonos sin pilas, con baterías que se cargan en la corriente eléctrica, son una magnífica elección.
La función del oído humano se inicia recepcionando los sonidos, que no son más que ondas sonoras. Posteriormente se produce un cambio de la energía mecánica de estas ondas en energía eléctrica, para que el cerebro pueda interpretarlos. Cuando hay un fallo en alguno de estos procesos, la persona afectada puede necesitar una prótesis auditiva, ó dos, si están dañados los dos órganos auditivos. Un audífono es un aparato que capta un sonido, lo amplifica convenientemente y lo hace llegar al oído para que prosiga el mecanismo normal de la audición.
La amplificación no es de carácter general sino selectivo con cada frecuencia, de modo que se adapte a la pérdida de cada individuo. Para entender qué es la frecuencia diremos que es una cualidad del sonido que nos permite distinguir entre uno agudo, como es el canto de los pájaros, y otro grave, como es la bocina de un camión.
Proporcionar amplificación no es la única finalidad del audífono, debe ofrecer una mejora en la inteligibilidad, en el entendimiento del que nos habla, en la comprensión de la palabra en diferentes entornos sonoros. Para ello, las nuevas tecnologías permiten oír los sonidos increíblemente naturales e independientes del ruido de fondo cuando lo haya.
Los audífonos recargables proporcionan más libertad a los usuarios haciendo que los cambios de las pilas tradicionales sean cosa del pasado, gracias a las baterías de litio integrada en estos pequeños dispositivos. Se pueden utilizar durante treinta horas, con una sola carga, simplemente colocando los audífonos en el cargador durante la noche. Si el usuario olvidó hacerlo, en sólo treinta minutos, en una carga rápida, conseguirá energía para ocho horas de duración. Estas baterías son extremadamente perennes y persistentes, incluso después de cuatro años de uso.
Los audífonos recargables tienen otra ventaja: el audífono no dejará de funcionar en mitad de la calle. Me explico, en los dispositivos de pilas no disponemos de un medidor de carga de las mismas, con lo que se gastan en cualquier momento y, posiblemente sea en el menos oportuno. Con un audífono recargable sabemos que con una carga completa tenemos audición para treinta horas, no habrá sorpresas desagradables. Son de muy fácil manejo y el audífono está siempre a disposición del usuario.
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