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Qué puede interesarle saber acerca de la miopía

Con la incorporación de nuestros hijos a sus clases, es muy probable que más de uno necesite una nueva graduación, o unas gafas nuevas si no las había usado hasta ahora.

 

Y es que la miopía se está convirtiendo en el defecto refractivo más frecuente. El uso prolongado de los dispositivos digitales, las horas de estudio u otras tareas prolongadas en cerca, y el hábito inadecuado de acercarse más de lo debido, favorecen el aumento de la graduación miope. El tiempo que pasen los niños al aire libre, con actividades y exposición a la luz natural, reduce la probabilidad de desarrollar el proceso o amortigua la progresión en caso de que se inicie.

 

En las ciudades, donde hay mayor presión académica, la miopía es más frecuente que en las zonas rurales. Vemos, por tanto, que los factores ambientales juegan un papel importante, así como la genética: un niño tiene tres veces más posibilidades de padecer miopía si su progenitor lo es, y seis veces más si lo son los dos. El factor genético también determinará si el niño desarrollará una miopía baja, media o alta.

 

La miopía se produce porque la imagen que debería ser enfocada nítidamente en la retina queda enfocada delante de ésta con lo que se percibe borrosa;  esto ocurre bien porque las lentes naturales del ojo son muy potentes, o bien porque el ojo es más largo de lo normal. Para entenderlo, es como si la retina fuera el carrete de una antigua cámara de fotos: si la imagen que queremos fotografiar no se proyecta en el plano del carrete, no va a salir la foto nítida. Al poner delante del ojo unas lentes que corrigen la miopía, lo que hacen dichas lentes es llevar esa imagen al mismo plano de la película.

 

Para el control de la miopía es importante, sobre todo en niños y adolescentes, mantener una buena distancia de trabajo en cerca, con descansos a ser posible al aire libre, mirando a largas distancias. También disponemos del uso nocturno de lentes de contacto que produciendo un aplanamiento de la córnea permitirán al paciente ver bien a lo largo del día, sin gafas ni lentillas. Esta especialidad de la contactología se llama ortoqueratología. La corrección de la miopía es temporal y reversible. Las lentillas son rígidas con lo que pueden ejercer la presión deseada sobre la córnea para aplanarla, variando su curvatura y propiedades ópticas, permitiendo  que la imagen enfoque en la retina y que la visión sea nítida.

 

La ortoqueratología tiene dos finalidades. Por un lado, como hemos dicho anteriormente, permite al paciente ver bien durante el día sin necesidad de usar gafas ni lentes de contacto. Por otro lado en niños y adolescentes con miopías en evolución se emplea como técnica para el control de la misma. Esto quiere decir que se frena parcialmente el avance de un defecto visual que inexorablemente va aumentando a medida que el niño ó adolescente se va desarrollando.

 

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