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A mi hijo le duelen los oídos, ¿podría bañarse en la piscina o en la playa?

La otitis externa es una dolencia que se incrementa en el verano ya que pasamos más tiempo en ambientes húmedos.

 

Se trata de una infección de la piel del conducto auditivo externo (CAE). Cursa con dolor de oídos, secreción y en ocasiones fiebre e hipoacusia (oye menos). Es característico el signo del trago: aumento del dolor al tocar el cartílago que hay en la parte anterior de la oreja. En caso de que la infección sea por hongos habrá picor, es una molestia característica en este tipo de infecciones. Además, pueden ser agudas u ocasionales, o crónicas si se repiten periódicamente.

 

El tratamiento consiste en la limpieza de la supuración, normalmente por aspiración. También gotas antibióticas con antiinflamatorios, si es bacteriana, ó gotas antimicóticas para la infección por hongos. Es importante aislar totalmente el conducto auditivo del agua hasta su curación y para ello utilizaremos los tapones de baño, protecciones totalmente adaptadas a la fisionomía del oído. Para tomar la impresión, los profesionales deberíamos saber si se usarán con gorro de baño porque la preparación es diferente.

 

A los niños les gusta que sean de colores llamativos, los adultos tendrán los clásicos: rojo para el oído derecho y azul para el izquierdo. No se debe bucear con ellos porque las presiones pueden ir variando y podrían perjudicar nuestro sistema auditivo. Las bandas de neopreno pueden ser un  refuerzo para el aislamiento del oído, se comercializan según talla y en una gran variedad de colores. Y pueden ser usadas también en el invierno,  ya que su material aísla del frío, estando muy indicadas para deportes en la nieve.

 

Cuando las otitis se repiten con una cierta frecuencia, se hacen crónicas, hay que ver si hay una enfermedad sistémica de base (diabetes, tratamientos con inmunosupresores…), o si el paciente es usuario de audífonos Estos aparatos se comportan como cuerpos extraños y hay pieles que los toleran peor. En este caso un audífono retroauricular (detrás de la oreja) con una adaptación abierta sin el auricular en el conducto sería lo más adecuado, o un audífono retroauricular con un molde muy ventilado.

 

Para prevenir las otitis hay que evitar usar los bastoncillos (pueden irritar o lesionar la piel del conducto auditivo), las aguas contaminadas o dejar los oídos húmedos tras los baños. Si tienen lugar cada verano, aconsejamos la protección con los tapones desde el principio.

 

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