El ojo es, después del sistema respiratorio, la parte de nuestro cuerpo que más se ve afectada por la hipersensibilidad frente a alérgenos.
Cuando llega la primavera mejoran las temperaturas y podemos estar más tiempo al aire libre disfrutando del paisaje que la nueva floración nos regala. Pero también nos podemos encontrar con los incómodos síntomas de la alergia estacional: estornudos, lagrimeo y picores. Estas manifestaciones tienen su origen en una reacción intensa de nuestro sistema inmunitario frente a una sustancia (alérgeno) que normalmente es totalmente inocua, no hace daño a nuestro organismo, pero que en este caso es interpretada como dañina o perjudicial. En el ojo producen un cuadro llamado conjuntivitis alérgica.
Estos alérgenos pueden ser perennes y aparecer a lo largo de todo el año. O ser estacionales y tener el contacto sólo en la primavera. En cuanto a los primeros lo más conocidos son los ácaros del polvo o el pelo de los animales. Los segundos serían los pólenes de cualquier planta Recordemos que la polinización (transportar el polen para que la planta germine) se produce durante la primavera.
Los síntomas de la conjuntivitis alérgica pueden ser leves, pero el 30% de los afectados refieren episodios más frecuentes, intensos y persistentes. Pueden aparecer solos o acompañados de la afectación del sistema respiratorio: rinitis alérgica o incluso asma por causa alérgica, con síntomas más serios como la tos o la dificultad para respirar.
En el caso de la afección ocular nos vamos a encontrar con: enrojecimiento, lagrimeo, picor, ardor y fotofobia (molestia a la luz), en diferentes grados de intensidad. En los procesos más severos aparece la queratoconjuntivitis vernal donde, además de la afectación de la conjuntiva con los signos ya indicados, aparece afectación de la córnea, la lente natural más externa del ojo.
Son aconsejables los lavados oculares para eliminar las moléculas residuales del alérgeno, y las lágrimas artificiales. No es conveniente el rascado ya que se pueden irritar más los ojos.
Si el paciente es usuario de lentes de contacto puede notar aún más todos los síntomas descritos. En ese caso es importante que mantenga una buena higiene ocular, que intensifique la limpieza de sus lentillas o que pase al uso de lentes diarias.
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