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El trauma acústico

El nivel de ruido al que estamos sometidos en las sociedades occidentales es peligroso para nuestra salud auditiva.

 

Se trata de una campaña de concienciación social que pone el foco en la prevención y el cuidado de los oídos. Las consecuencias de estar sometido a un exceso de ruido son irreversibles, pudiendo provocar pérdidas auditivas y sordera. La solución pasa por entender lo frágiles que son nuestros oídos y cuidarlos. Porque quizás no seamos conscientes del riesgo al que estamos expuestos.

 

El sonido que tenemos a nuestro alrededor se vuelve dañino a partir de los 75 dB, puede provocar sordera a partir de los 120dB y podría llegar a causar la muerte celular en el oído interno a los 180dB. Estos niveles tan peligrosos son fáciles de alcanzar en situaciones cotidianas que vivimos a diario. El ruido de un secador de pelo, estar en una discoteca o el sonido de un claxon generan los 120dB. Un atasco, una sirena de policía, el sonido del despertador, la televisión o una aspiradora rondan entre los 65 y los 90dB. El despegue de un avión a menos de 25mts o un petardo que suena cerca genera más de 120dB.

 

Otro efecto secundario de este trauma acústico causado por sonidos externos demasiado fuertes son los acúfenos o tinnitus. Se trata de pitidos transitorios que oímos dentro del oído, que en la mayoría de los casos se producen sin causa conocida, pero que en otros son la consecuencia de vivir o trabajar en ambientes ruidosos.

 

Seamos conscientes pues de que la prevención es la mejor medicina. Evitemos usar cascos para oír música, sobre todo a un volumen demasiado alto. Oír la televisión al mínimo volumen que nos sea posible y tener el sonido del móvil suave son medidas aconsejables.Podemos proteger nuestros oídos con tapones o protectores auditivos en caso de que la exposición a niveles de ruido altos sea inevitable. Los protectores auditivos son equipos de seguridad individual que, debido a sus propiedades para la atenuación de sonido, reducen los efectos del ruido en la audición, para evitar así un daño en el oído. Son de uso obligatorio en los puestos de trabajo en los que el nivel diario o el nivel de pico superen los 85dB.

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