Una adecuada limpieza y mantenimiento de las lentillas evitará infecciones y otro tipo de complicaciones en el uso de lentes de contacto.
La limpieza, higiene y mantenimiento de las lentillas es fundamental para mantener una buena salud visual, y en más ocasiones de las deseadas son los propios usuarios los que no son conscientes de ello. El inadecuado tratamiento de las lentes de contacto puede llevar a molestias como irritación, disminución de la calidad de visión o reacciones alérgicas por los depósitos creados en las mismas lentillas. La complicación más frecuente es el riesgo de infección ocular, que puede ser desde una leve conjuntivitis hasta una conjuntivitis grave por gérmenes patógenos muy agresivos, o una queratitis infecciosa (úlcera).
Es por tanto fundamental seguir las instrucciones del profesional para evitar complicaciones. La higiene y el correcto mantenimiento diario, además de las revisiones periódicas, serán decisivos para que no aparezcan infecciones en la superficie ocular, ni otros problemas más graves de salud visual.
El mantenimiento o desinfección de las lentillas se realiza básicamente con dos tipos de soluciones: las que tienen como base el peróxido de hidrógeno y las soluciones únicas. Las primeras son más potentes como desinfectantes pero tienen el inconveniente de que hay que neutralizarlas con una catalasa para que no resulten irritantes al ojo. Este tipo de soluciones se utiliza en lentillas de mayor duración o anuales. Como la mayor parte de las adaptaciones son de reemplazo mensual con la solución única suele ser suficiente. Añadiremos a la limpieza de las lentes de contacto desengrasantes o pastillas enzimáticas, según las necesidades de cada usuario.
Tan importante como el proceso de mantenimiento es respetar los tiempos, esto es, usar las lentes de contacto las horas al día adecuadas (depende del material) y los días correspondientes. Alargar su uso más de una día, en el caso de las diarias, o más de treinta días, en el caso de las mensuales, supondrá un riesgo de contaminación, complicaciones y problemas en el uso de lentillas, que no siempre aparecen a corto plazo sino que pueden hacerlo a medio y largo plazo. Esto es importante tenerlo en cuenta porque a veces se continúa con lo que yo llamo Uso y abuso de las lentillas, porque a priori no aparece ningún síntoma y parece que el ojo es capaz de resistir todo tipo de mal uso de las lentes de contacto.
No olvidaremos tampoco cuestiones básicas que merece la pena recordar como: lavarnos las manos antes de manipular las lentillas o no aclararlas con agua del grifo.
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